Queridas familias:
Durante todo este mes de Octubre hemos trabajado de una manera nueva para nosotros: por rincones. Al principio nos ha costado un poco, ya que estábamos acostumbrados a trabajar en gran grupo, pero con el paso de los días hemos ido perfeccionando nuestra dinámica.
En el aula conviven 6 rincones: construcciones, lógica-matemática, lecto-escritura, arte, ciencias y juego simbólico. Al trabajar en grupos más reducidos la atención es más individualizada. Y sólo tenemos tres normas muy sencillas que todos las hemos aprendido desde el primer día:
-Todos tenemos que pasar por todos los rincones.
-No puede haber más de cinco niños por rincón.
-Sólo se puede "jugar" con el material que está en las mesas.
Para nosotros es un juego continuo y aunque aprendemos muchísimo, nos sentimos más responsables y autónomos ya que somos nosotros los que elegimos el orden del rincón al que queremos ir o tenemos siempre que acordarnos de tachar nuestra foto para no despistarnos y saber que hemos cumplido la primera norma.
El trabajo por rincones es una nueva visión de la educación en el que los niños
y niñas son los principales protagonistas de su aprendizaje. La temática es presentada
de una forma lúdica y estimulante llevada a cabo por los alumnos y alumnas, siendo el
profesor un simple andamio donde apoyar todos los conocimientos que van a
aprender.
El trabajo por rincones nos puede aportar grandes ventajas a la hora de llevar a
cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Al no establecer unos espacios y tiempos rígidos o uniformes, podemos realizar
distintas actividades al mismo tiempo por lo que se desarrolla y potencia la autonomía
del alumnado. Así como la responsabilidad tanto con los materiales como en su
trabajo.
Al ser una actividad realizada por ellos, con el andamiaje del maestro, potencia
el deseo de aprender y adquirir nuevos conocimientos favoreciendo así la creatividad e
imaginación de los alumnos. Esto hará que ganen confianza en sí mismo y seguridad
a la hora de realizar cualquier actividad que se le presente.
Gracias al trabajo por rincones los alumnos aprenden una serie de normas
tales como organizar el trabajo, planificarlo, saber qué quiere aprender y buscar los
caminos para conseguirlo.
Con todo ello vamos a conseguir un clima relajado, de cooperación y ordenado
en el que se potencie la atención individual y la posibilidad de observación por parte
del maestro.